Cuento Navidad

CUENTO DE NAVIDAD

Era la primera vez que la niña viajaba al espacio. Sus padres habían conseguido un buen empleo en Ares, la principal ciudad de Marte. Pero no les quedaba más remedio que coger el cohete a Marte que salía en Nochebuena. A pesar de la emoción que la niña sentía por viajar al espacio, serían sus primeras Navidades lejos de su familia. Sabían que no podían llevar muchos regalos en el viaje. Compraron un regalo y un pequeño árbol de Navidad, con unas pocas velitas blancas. Querían que el primer viaje al espacio de su hija fuese una experiencia maravillosa.

La niña miraba un gigantesco árbol de Navidad lleno de bolas brillantes, espumillones, luces multicolores, paquetes de regalos colgando por todas partes y una gigantesca bola brillante que parecía flotar en lo más alto del árbol. A su lado estaba sentada su madre que miraba nerviosa el reloj del vestíbulo del espaciopuerto. Eran las 10:30 del 24 de diciembre de 2122. Tenían que dirigirse a la puerta de embarque en menos de media hora. Esperaba nerviosa a su marido que había ido a una pequeña tienda de juguetes y recuerdos que estaba justo a la salida del vestíbulo.

-¿Qué podemos hacer?- preguntó el hombre. La mujer vio la tienda de recuerdos y le susurro a su marido: - Ve a esa pequeña tienda y mira si tienen algo. Me quedaré con la niña mirando los adornos navideños del vestíbulo- El hombre miró a la mujer, pero no dijo nada. Se dirigió a la tienda en silencio.

Cuando llegaron a la aduana, el funcionario les requisó el regalo y el arbolito de velas blancas. Sólo se podía llevar lo estrictamente necesario. Ningún peso superfluo era permitido en los viajes espaciales. La madre intentó convencer al funcionario. Pero este, no les permitió llevar los regalos para su hija. La niña no se dio cuenta de lo que había pasado. Estaba fascinada mirando el gran vestíbulo a lo lejos.

Se dirigieron al cohete espacial. Entraron, y pronto encontraron sus asientos. Se ataron con los cinturones de seguridad. Cada pasajero disponía de una pequeña pantalla. Un robot sonriente les estaba explicando las instrucciones de seguridad. Justo a las 12:00, los motores empezaron a rugir y el cohete se elevó lentamente. Poco a poco ganaron velocidad y dejaron atrás la atmósfera terrestre. El cohete se dirigió lentamente hacia la nave espacial que se dirigía a Marte. Cuando se acopló a la nave, los pasajeros se pudieron quitar sus cinturones.

Al poco rato salió de la tienda y se dirigió al gran árbol de Navidad, donde esperaba su familia. Abrazó a su hija y le dio un sonoro beso. Dirigió una mirada furtiva a su mujer que expresaba toda la frustración por no tener ni un mísero regalo para su hija. Su mujer le susurro a su marido- Esperemos que, con la emoción del viaje, se le olvide la Navidad.

La niña se acurrucó en el regazo de su madre. La mujer le acarició el pelo. Y pronto la niña se durmió con una sonrisa de felicidad en el rostro. El hombre sonrió a la mujer y le dijo – Tengo que hacer unos preparativos- y se fue. La mujer le miró interrogativamente pero no dijo nada. El hombre estuvo ausente hasta casi medianoche. La niña se despertó y preguntó por su padre. Justo en ese momento, su padre regresó.

¿Puedo mirar por la ventanilla? – preguntó la niña. El padre le contestó: Aún hay que esperar. ¿Por qué no duermes un poco? Esta noche es Nochebuena. Deberías dormir un poco hasta las doce. La niña emocionada preguntó: - Es verdad. Y ¿Tendré regalos? ¿Tendré un árbol de Navidad? Sí, sí. Todo eso y mucho más. Pero debes dormirte- Contestó el padre.

La niña no se atrevió a entrar en la habitación. -Ven con nosotros- dijo el padre. Y le cogió su manita. La madre le cogió la otra manita. Los tres juntos entraron en la oscura habitación. Se dirigieron hasta el fondo de la habitación. Su padre tocó algo en la pared y se oyó un ruido. De repente …

- Ya casi es medianoche. Toma el reloj y avísanos cuando sean las doce.La niña cogió el reloj con sus pequeñas manitas. Miraba atentamente el movimiento de las manecillas del reloj. Para ella no existía más que ese viejo reloj. Al poco rato la niña gritó de alegría – ¡Ya es medianoche! ¡Ya es Navidad! - El padre les indicó que le siguieran. Salieron del módulo de pasajeros y recorrieron varios pasillos de la nave espacial. Hasta que llegaron a una gran puerta. El padre llamó suavemente y la puerta se abrió. El interior de la habitación estaba completamente a oscuras. Dentro de la habitación esperaban varias personas en silencio.

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Final 1

.De repente una puerta secreta se abrió. Entraron a la sala que había tras la puerta 7. Y lo que encontraron los dejó perplejos. - No mires Wilkimitrixi- le dice la madre a su hija. Frente a ellos había una pila de cadáveres humanos. No tardaron mucho en percatarse de que esos cuerpos eran antiguos pasajeros y de que ellos eran los siguientes… Después de unas horas, todavía no habían conseguido encontrar la salida. La niña duerme tranquilamente en el sofá, los padre en cambio no están para nada tranquilo. ¿Qué van a hacer ahora? Wilkimitrixi se despierta y ella por lo visto tiene una idea clara. - Mami, ¿y si pedimos ayuda a los Arienses? – dice Wilkimitrixi. - No podemos hacer eso - responde la madre. La niña en cambio decide hacer las cosas por su cuenta y empieza a tocar los botones del cohete. Y por casualidad uno habla.

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- ¿Hola?- Pregunta - Hola, necesitamos ayuda, ¿Con quién hablo?- responde la niña. - Con el comandante Apolo, de Ares. - Hola, no podemos llegar a Ares, estamos atrapados en un cohete. - Vale, envíame tu ubicación y ahora te ayudamos. Wilkimitriki les envía ubicación y al rato una fila de extraterrestres de Marte hacen un puente hasta llegar al cohete. Los padres se lo agradecen a su hija, y al comandante Apolo también. Después llegan a Marte y consiguen pasar una genial Navidad.

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Final 2

De repente encendieron las luces, allí se podía apreciar un gigantesco árbol de Navidad con miles de regalos. La niña se sorprendió y se puso a abrir regalos, La madre al darse cuenta de que tardaba fue a aquella habitación Y preguntó: - ¿Cómo has conseguido todo esto? - Magia, respondió. Entonces los tres se pusieron a celebrar la Navidad muy contentos y la niña tuvo los regalos que quería.

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Final 3

De repente, un silencio inundó la habitación, la pared empezó a tornarse de color iridiscente. La pared se abrió y apareció un inmenso pasillo azabache con una inmensa puerta brillante. La familia cruzó la inmensa puerta y un frio sobrenatural les dio la bienvenida. La niña estaba atemorizada y confundida. La familia avanzó por una densa niebla que les condujo a una casa aparentemente deshabitada. La familia pensó en entrar en la pequeña casa, para pasar la noche y que la niebla se disipase. Al entrar en la pequeña casa, ésta se convirtió en una gran fábrica de juguetes. Un pequeño elfo les dio la bienvenida y les hizo un pequeño tour por el lugar. El pequeño elfo les llevo a una habitación que era un despacho, la familia entró y los recibió un viejo bonachón, la niña nada más verlo lo reconoció como Santa Claus. Este les dijo que por seguir manteniendo la tradición y el espíritu navideño les concedería tres deseos. El padre deseo regalos para todos, la madre un bonito árbol donde ponerlos y la niña pidió una Feliz Navidad. Santa Claus chasqueó los dedos y la niña despertó. Cuando llegaron a casa vió que los deseos se cumplieron y tuvieron una Feliz Navidad.

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Final 4

De repente en el centro de la estancia había un gran árbol hecho con todo tipo de cosas, cosas que aquella familia tenía dentro de sus maletas. El padre las había usado para que la niña tuviera por lo menos un “pequeño árbol de Navidad” mejor eso que nada. Debajo del árbol había un solo regalos, que además era pequeñito. La niña preguntó si podía abrirlo y sus padre le dijeron que sí. Después de haber rasgado el papel, la niña se encontró con una caja en la cual había un montón de fotos que se habían hecho durante el viaje. Al principio la niña se puso un poco triste, pero luego se dio cuenta de que sus padres habían hecho todo lo posibles para que tuviese algo parecido a la Navidad. Gracias a las fotos, también se dio cuenta de que lo importante era que estaban todos juntos y en familia.

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Final 5

De repente se escuchó un villancico, se encendieron las luces y se encontraron una mesa de regalos y sus familiares estaban disfrazados de Papa Noel, y la niña rompió en llanto, empezó a abrir todos y cada uno de los regalos. Después se pusieron a cantar y a bailar. ¡Pum! De repente de sonó un ruido extraño en la bodega de la carga. Se había aparecido Papa Noel.

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Final 6

De repente se encendieron las luces y apareció el personal del cohete disfrazados y la habitación llena de luces, cuando la niña vio ese momento, se sorprendió muchísimo y se puso tan feliz que se olvidó de los regalos y de que estaba lejos de su familia. Pero lo que no sabía era que sus padres le tenían una sorpresa en su casa. La niña terminó su viaje y de vuelta a casa al entrar por su puerta, se encontró con la gran sorpresa de que había un árbol gigante lleno de regalos. Pero lo mejor era que su familia se encontraba allí presente. Tenía una cara de felicidad muy grande por lo tanto fueron las mejores navidades de su vida.

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